El Efecto Multiplicador de las Startups
Foto: Flickr Tom Rainforth: The Butterfly Effect
Los tres requisitos
Desde hace más de 60 años, cada país y región del mundo está en busca del próximo Silicon Valley. Existen múltiples clusters alrededor del mundo que utilizan los términos “Silicon” ó “Valley” para autodenominarse. Este mapa muestra casi un centenar (el mapa es editable, por lo que si conocen otros, inclúyanlos directamente).
Mapa elaborado con información de Wikipedia. Entrar aquí para añadir y editar directamente en el mapa.
Se ha escrito mucho acerca de los elementos que se necesitan para crear un Silicon Valley, o al menos, un hub tecnológico. En su keynote de “How to be Silicon Valley”, Paul Graham (emprendedor, VC, fundador de Y Combinator) lo sintetizaba de la siguiente forma:
What it takes is the right people. If you could get the right ten thousand people to move from Silicon Valley to Buffalo, Buffalo would become Silicon Valley.
La palabra mágica en esa frase es “right”. Graham comenta que los hubs tecnológicos existen sólo cuando están presentes estas dos categorías de personas: “rich people and nerds”- gente rica y nerds (ó técnicos / techies / geeks…). Y tiene que haber un equilibro entre ambos. Por ejemplo, hay ciudades como Miami con mucha gente rica, pero relativamente menos nerds. Por el contrario, hay otras como Pittsburgh que tiene muchos nerds (allí está Carnegie Mellon, una de las mejores universidades de ingeniería del mundo), pero relativamente menos gente rica.
1. Universidades
Los nerds van a donde hay otros nerds, o sea, a las universidades. Y mientras mejor sea la universidad, a más técnicos atraerá. En Estados Unidos no existen hubs tecnológicos sin universidades con un departamento de informática de primer nivel.
Si una ciudad no cuenta con una universidad de primer nivel, puede llegar a tenerla en poco tiempo, según Graham. La calidad de una universidad y su capacidad de atraer talento (profesores y estudiantes) depende de la calidad de los profesores e investigadores. O sea, si una universidad logra atraer en masa a un buen número de investigadores, se puede convertir de forma instantánea en una universidad de primer nivel.
Y no cuesta tanto. Graham dice que basta con reclutar a 200 de los top investigadores / profesores con un bono de contratación de $3 millones. Es decir, una universidad mediocre se puede convertir en una excelente universidad con una inversión puntual de $600 millones con efectos inmediatos y a largo plazo. No parece ser una inversión desproporcionada en el contexto del gasto público anual en Educación (alrededor de $40.000 millones en México, $50.000 millones en España, $150.000 en Francia).
2. Ciudades con un encanto especial
Pero no se trata sólo de tener una buena universidad. La universidad tiene que estar en una ciudad donde quieran vivir inversores, ingenieros recién graduados, y la clase creativa en general. Tiene que ser un lugar con una personalidad, una calidad de vida y un atractivo especial. Y esto es más difícil de construir. Se tiene o no se tiene. Hay ciudades como Barcelona que lo tienen y otras que no.
3. Círculo Virtuoso
Basta entonces con tener una muy buena universidad en una ciudad que sea atractiva para inversores y techies? No. Faltaría uno de los ingredientes más importantes: el círculo virtuoso de las startups exitosas. Este ingrediente queda claro si hacemos un breve repaso de la historia de Silicon Valley.
Los orígenes de Silicon Valley se remontan a William Shockley, premio Nobel de Física en 1956 por su investigación sobre semiconductores y por el descubrimiento del Transistor. En 1956, el año en el que gano el Nobel, Shockley dejó Bell Labs y se mudó de New Jersey a Palo Alto (dónde vivió cuando era niño) para fundar Shockley Semiconductors. Un año después, en 1957, 8 de sus colaboradores lo dejaron y fundaron Fairchild Semiconductor. Entre ellos, se encontraban Roger Noyce y Gordon Moore, fundadores de Intel en 1968. También estaba Eugene Kleiner, fundador de Kleiner Perkins en 1972, la empresa de VC que financió a Google en 1999. El socio de Kleiner Perkins responsable de la relación con Google y de la ronda de financiación fue John Doerr, que llegó en 1974 a Silicon Valley para trabajar en Intel, y en 1980 se incorporó a Kleiner Perkins.
Según un análisis de Endeavor Insight en 2014, el 70% de las 130 empresas cotizadas de Silicon Valley tenían una conexión directa con Fairchild Semiconductor. Estas 92 empresas tenían una valoración de $2.100.000 millones y empleaban a casi 1 millón de trabajadores. En el 2018, la valoración ha subido a $3.750.000 millones, equivalente al PIB de España + Francia.
Fuente: Endeavor Insights. Este dato es a 2014. Valor en 2018: $3.7 Trillion
Un artículo en Techcrunch en 2014 apuntaba que el impacto de Fairchild Semiconductors en empresas privadas era aún mayor, con más de 2000 startups (Instagram, Whatsap, Youtube, Pixar, etc…) con un link directo a Fairchild Semiconductors.
Existen ejemplos más recientes de startups de Silicon Valley que han dado origen a nuevas startups. Uno de los ejemplos más notables es PayPal y su famosa “PayPal Mafia”.
http://www.thestartupofyou.com/2012/05/the-paypal-mafia/
El crecimiento orgánico desencadenado por startups exitosas es el tercer elemento que se necesita (y quizás el más importante) para que una ciudad o población se convierta en un hub tecnológico.
There’s a lesson here: startups beget startups. People who work for startups start their own. People who get rich from startups fund new ones. I suspect this kind of organic growth is the only way to produce a startup hub, because it’s the only way to grow the expertise you need — Paul Graham
Esto, como indica Graham, tiene dos implicaciones. La primera, que un hub tecnológico no se crea de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para cultivarlo. El ecosistema de startups tiene que crecer de forma orgánica y requiere de un periodo mínimo de tiempo de unos 5–7 años, equivalente al ciclo normal de desarrollo y exit de una startup exitosa. La segunda implicación es que o se es o no se es un hub tecnológico. O se tiene una reacción en cadena autosostenible, o no. No hay medias tintas.
Barcelona
La Consolidación de un nuevo hub
Todo parece indicar que Barcelona ha efectivamente llegado a convertirse en un hub tecnológico. En el 2017, Barcelona fue el 5º mayor hub tecnológico europeo en número de startups. La ciudad cuenta con condiciones ideales para ello. Tiene excelentes universidades de ingeniería y de negocios y tiene un atractivo enorme que atrae a techs e inversores. Desde la perspectiva de los emprendedores, Barcelona es la tercera ciudad más atractiva de Europa para lanzar una startup detrás de Berlín y Londres.
Y muy importante: Barcelona cuenta con varios casos de historias de éxito de startups, que es el agente que desencadena el ciclo virtuoso que permite la creación de un ecosistema tecnológico autosostenible.
El Grupo Intercom ha tenido un papel decisivo en este proceso. Fundado en Barcelona en 1995 por Antonio González-Barros, es el grupo con mayor número de negocios digitales lanzados en España. Entre los más de 50 proyectos impulsados se cuentan empresas con exits importantes como Infojobs (exit €185 millones), Softonic (exit $275), BuyVip (exit €70 millones) y Bodas.net (exit €44 millones). Por Intercom han pasado grandes emprendedores y líderes del sector como Jesus Monleon (Offerum, Seedrocket, Seedrocket 4Founders), Iñaki Ecenarro (Trovit — exit €80 millones, Weblogs SL), Nina Pérez (Bodas.net — exit €44 millones), Dídac Lee (Inspirit, Tradeinn, Galdana Ventures), Vicente Arias (Offerum, Seedrocket, Coverfy), Ignacio Sala (Atrápalo, Animalear), Toni Raurich (alto directivo en Booking, Lanta) entre muchos otros.
Otros emprendedores que han pasado por procesos de ventas de sus startups basadas en Barcelona ilustran también como después del exit se mantienen muy activos aportando mayor valor al ecosistema con nuevas startups o como inversores. También hay ya una sólida red local aportando financiación al sistema. Entre ellos están Angel García (Fractus, Lanta, Startupbootcamp), Carlos Blanco (ITnet , Akamon — exit €29 millones, Conector, Nuclio, Encomenda), Carlos Trenchs (Caixa Capital), Christopher Pommerening (Active Venture Partners), Eudald Domènech (Servicom, World Online, Telépolis — exit €40 millones), Gerard Olivé (Wallapop, BeRepublic, Antai), Gloria Molins (Trip4Real — exit €5 millones), Ignasi Costas (RCD), Javier Pérez-Tenessa (eDreams — exit €1500 millones, 4Founders), Jose Manuel Villanueva (Privalia — exit €500 millones), Josep Maria Echarri (Inverready), Lluis Font (NTRglobal, Zyncro, Captio), Lucas Carné (Privalia — exit €500 millones), Luis Martín Cabiendes (Cabiedes & Partners), Manuel Matés (Cinet, Olé, Big Sur Ventures), Marcel Rafart (Cluster Consulting, Nauta Capital, Galdana), Marek Fodor (Atrapalo, Kantox, SeedRocket4Founders), Miguel Planas (Necsia, IRIS), Miguel Vicente (LetsBonus — exit €50 millones, Wallapop, Antai, BCN Tech City), Tomás Diago (Softonic — exit €275 millones, Danel Capital), por nombrar sólo algunos.
eDreams
eDreams también refleja el efecto multiplicador que tienen las startups de éxito en el ecosistema tecnológico local de Barcelona. Por lo menos 50 startups han sido fundadas por emprendedores que en su día trabajaron en eDreams, la mayoría de ellas lanzadas en Barcelona. La tabla de abajo tiene una relación de algunos de estos emprendedores (pueden entrar directamente a editar, cambiar y corregir)
Algunas de estas startups a su vez ya han tenido sus propias exits, como ReviewPro (Tim Towle y Dimitry Lvovsky). Otras tienen ya varios años de recorrido y ocupan una posición importante en el ecosistema local, como Uvinum (Nico Bour), DeporVillage (Xavier Pladellorens), Beabloo (Jaume Portell) ó Metriplica (Enric Quintero). También están otras más recientes y con buenas perspectivas, como SharpLaunch (Bob Samii), Currency Alliance (Chuck Ehredt), Notegraphy (Marzban Cooper).
También se han lanzado empresas de servicio al ecosistema: 4Founders Capital (Javier Pérez-Tenessa, cofundador y CEO de eDreams hasta 2015), Metrix Partners (Jordi Pedrol), Kings of Mambo (Josep Ortega), Future For Work Institute (Santiago García), Svik (Josep Bernat).
Fuera de Barcelona, vemos a ex-eDreamers emprendedores en Singapur (James Hare -cofundador de eDreams- en eko.ai) México (Cristina Gil en addede), Washington DC (Tedd Evers en TripTuner), Australia (Ian Davidson en GOFAR), Israel (Nathalie Biederman en CALYA), Londres (Paloma Tomás en Dotcomrepublic), Suiza (Marco Corradino y Fabio Cannavale en Volagratis y Lastminute.com; Andrea Bertoli en Vivigratis), Paris (Alain Dinis en Aqwatyx), Italia (Antonio Motta en EiEmSi Comm).
El caso de eDreams, muestra claramente como las startups de éxito son un semillero de futuros emprendedores y nuevos proyectos de éxito. Este circulo virtuoso y autosostenible es el 3er elemento que es fundamental para que cuaje y se consolide un hub tecnológico.
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Alerta con la inestabilidad
Silicon Valley y su cultura no nacieron porque había edificios y parques tecnológicos construidos para atraer startups. Los principales pilares que dan existencia a un hub tecnológico generalmente no dependen de la clase política. Pero los políticos si que pueden tener un efecto destructivo en el desarrollo de un ecosistema tecnológico, sobre todo cuando el ecosistema está en sus fases iniciales de consolidación y cuando más frágil es a shocks externos.
Cuesta mucho posicionar a Barcelona en los primeros niveles de rankings de las mejores ciudades para vivir, trabajar y visitar. Pero cuesta poco poner todo esto en peligro o al menos para ralentizar un proceso que estaba en plena expansión. La tremenda incertidumbre e inestabilidad por la que está pasando Cataluña ya ha causado la fuga de unas 4000 empresas (incluida eDreams), la caída del 20% del turismo según la OMT, y una previsión de crecimiento de la economía catalana de 2,1% en 2018 y 2% en 2019, tras crecer a un ritmo del 3% en el 2017.
La inestabilidad política y social tiene también como consecuencia que emprendedores que hubieran elegido fundar su startup en Barcelona, lo hagan en otro lugar, y que inversores extranjeros que hubieran invertido en startups catalanas no lo hagan después de incorporar el riesgo legal y político. Por muy atractiva que sea Barcelona, el talento creativo e innovador y el capital son más móviles que nunca. Pueden elegir fácil y rápidamente otros destinos.